CHECAS
Checa o cheka.- Centro de tortura, asesinato y violación de los derechos humanos que durante la guerra disponían los milicianos de partidos y sindicatos de izquierda, sobre todo en las grandes capitales, en el que se encerraba y torturaba sistemáticamente a personas de derechas, católicas o simplemente sospechosas. Normalmente eran conocidas por el lugar que se encontraba o su titular. Su nombre lo recibe de las siglas del organismo de la policía política creada por Lenin en la URSS en 1917 (Comisión Extraordinaria Panrrusa para la Supresión de la Contrarrevolución y el Sabotaje), que oficialmente pasó a ser la GPU, NKVD, y KGB, pero que dejó el nombre de checa para esas organizaciones terroristas. En Madrid había de veinte a treinta importantes (pero con otras pequeñas superaban las doscientas). Las principales (había más) en Madrid eran:
* Checa de Fomento o de Bellas Artes.- La más importante y terrorífica, ya que ser llevado a ella era la muerte prácticamente segura. Estaba en los sótanos del Círculo de Bellas Artes, de la calle de Alcalá, nº 40, hasta el 25 de octubre de 1936 y en un palacio de la calle de Fomento, 9, después. Actuaba como Comité Provincial de Investigación Pública, creado por iniciativa de Manuel Muñoz Martínez, Director General de Seguridad el 4 de agosto de 1936 y diputado de Izquierda Republicana (y masón del grado 33), por lo que era una checa que se creó a partir de las instituciones del estado y se mantenía a partir del gobierno frentepopularista. Ese Comité estaba formado por tres miembros de cada partido del Frente Popular, que daban un comité directivo de treinta personas del Frente Popular que formaban seis tribunales que tomaban decisiones de vida o muerte inapelables, sin procesos ni garantías. Actuaban dos tribunales simultáneamente en turnos de 8 horas (06 a 14, de 14 a 22 y 22 a 06). Contra su decisión no había recursos y eso que a veces dictaban numerosas sentencias en media hora. Si el detenido era considerado culpable se escribía en su sentencia la palabra "libertad" seguida de un punto y se le invitaba a irse a casa, pero a la salida le esperaba un grupo de milicianos que en un automóvil lo llevaban al "paseo" y lo asesinaban. Junto a ello se realizaban numerosas torturas y robos de propiedades. Esta checa participó en los asesinatos selectivos de la Cárcel Modelo de Madrid del día 22 de agosto de 1936 e incluso el citado DGS Manuel Muñoz se negó a intervenir pese a que fue requerido para parar la matanza. El tesorero de dicha checa Virgilio Escámez Mancebo (IR, de Azaña) acudía casi a diario al director general de Seguridad para entregarle parte de lo saqueos ya que los tribunales obtenían su retribución de los resultados de los saqueos e incautaciones, hasta el punto de que algunas detenciones se hacían por intereses puramente económicos (por ejemplo Rafael Chico y su hijo Luis Chico Montes el 26/9/36).
*Checa de la Escuadrilla del Amanecer.- La checa tenía su sede en la misma Dirección General de Seguridad y era tan pública que el ABC los calificó como "héroes de la retaguardia" y afirmaba que entre sus servicios destacaban "500 detenciones en un par de semanas" (ABC 9/8/36). Sus principales miembros eran el guardia de asalto Valero Serrano Tagüeña, Eloy de la Figuera, León Barrenechea, Francisco Roig y Carmelo Olmeda (alias Tarzán). Uno de sus principales grupos lo mandaba el funcionario de Hacienda Luis Pastrana Ríos (procesado por malversación de fondos) y responsable entre otros muchos del asesinato de Blas Riaza Bravo (de 27 años y de las Rozas). Normalmente cometía los asesinatos en la zona de la Ciudad Universitaria de Madrid. Incluso actuaron como asesores en la depuración en Albacete (para lo que incluso mataron a Consuelo Flores como muestra de cómo se actuaba sin trámites judiciales). En otras ocasiones cedía las víctimas para que las ejecutase otras checas (por ejemplo con Anselmo Parrondo González y su hijo de 16 años Anselmo Parrondo Rodríguez, que fueron entregados ala checa comunista de la calle Méjico,6).
* Checa de Marqués de Riscal.- Sita en el palacio de los condes de Casa Valencia (antigua sede de Renovación Española), en el número 1 de esa calle. Actuaba oficialmente como Primera Compañía de Enlace del Ministerio de Gobernación (dependiente de Ángel Galarza, al cual daban escolta en Madrid y luego en Valencia) y era dirigida por Alberto Vázquez Sánchez. Tenía dos delegaciones en la calle Fernández de la Hoz,7 y calle Caracas,17. Dependía de la Inspección General de Milicias Populares dirigida por el comandante Barceló, bajo el directo control de su subordinador Justiniano García. Los miembros venían de la s milicias del Círculo Socialistas del Sur de Madrid (aunque algunos miembros de la checa eran de Izquierda Republicana de Azaña). Solía hacer las ejecuciones en los altos del Hipódromo y en la pradera de San Isidro, previa tortura. Actuó entre julio de 1936 y mayo de 1937, al menos. Las joyas que robaba las fundía un miliciano del Círculo Socialista del Sur que se repartía entre la checa y el Director de Seguridad Manuel Muñoz. Cuando Ángel Galarza huyó a Valencia con el gobierno ésta checa organizó por instrucciones expresas de Galarza la checa de Santa Úrsula (junto a las torres de Quart de Valencia).
* Checa de Narváez.- Sita en los números 18 y 20 de la calle de Narváez, donde estaba el colegio del Sagrado Corazón. Era el Ateneo Libertario de Retiro de la CNT, y dirigida por Mariano García Cascales. En octubre se trasladó a un local más amplio, el restaurante Cóndor de la calle Jorge Juan, 68.
* Checa de San Bernardo.- Actuaba en la Iglesia situada en los números 72 y 74 de la calle de San Bernardo. Desde el 22 de julio actuaba como Radio 8 del PCE y dirigida por Agapito Escanilla de Simón. Tenía delegaciones en el número 7 de esa calle y en el número 27 de la calle Princesa, y la llamada Fundición Pasionaria, sita en la ronda de Atocha (en esta además se fundían los materiales robados en los registros domiciliarios) y que fue muy frecuentada por La Pasionaria (ver Madrid en Guerra, de Javier Cervera, pág.62, in fine).
* Checa de Ferraz.- Sita en la calle Ferraz, 16. Vinculada el Ateneo de Vallehermoso, actuaba como un Comité de Abastos de la CNT. Posteriormente se trasladó a la calle de Serrano,14 por la proximidad del frente de batalla a la calle Ferraz. La dirigía Carmelo Iglesias Muñoz, pero era controlada por el jefe de la de Fomento, Manuel Ramos.
* Checa del cuartel de Espartaco o Spartacus. Comandancia de la Guardia Nacional Republicana y sede de una comisión depuradora de la Guardia Civil y la propia nueva Guardia Republicana. Situada en la calle de Santa Engracia, 18 y dirigida por el teniente García Gumilla. El 19 de noviembre de 1936 asesinaron juntos a 53 guardias civiles en las tapias del cementerio del Este, hoy de La Almudena.
* Checa del Ateneo Libertario de Ventas de CNT. Estaba en el arroyo del Abroñigal, junto al puente de Ventas, y a su frente estaba el temido y conocido Antonio Hurtado Fajardo, conocido como El Chato de Ventas.
* Checa de la estación de Atocha.- Funcionaba en el Salón Regio de la estación de Atocha, pero en octubre se trasladó a la calle del Príncipe de Vergara, 9. La dirigían las Milicias Ferroviarias de la CNT, estando al frente Eulogio Villalba Corrales.
* Checa del cinema Europa.- Era el Ateneo Libertario de Tetuán, que ocupaba el cine Europa de la calle de Bravo Murillo,150. Actuaba en esta checa Felipe Emilio Sandoval Cabrerizo, conocido como Doctor Muñiz, que también fue miembro de la Checa de Fomento.
* Checa de Lista.- Dirigida por el PCE (Cándido Bartolomé). Instalada en el edificio del convento de clausura de las religiosas de la Concepción Jerónima, en las esquina con la calle de Velázquez.
* Brigada de de Investigación Criminal, del socialista Agapito García Atadell, también denominada Milicias Populares de Investigación que con el beneplácito de las autoridades republicanas instaló su checa en un palacio del Paseo de la Castellana, que al igual que otras checas, empleó los archivos del ministerio de la Gobernación (actualmente Interior) para perseguir a gente de derechas y católicos e incluso funcionaba con policías nombrados entre milicianos dispuestos a realizar los crímenes. Actuaba de forma móvil y también en el Palacio de los Condes de Rincón, la carrera de San Francisco, 4, y con la Brigada de Investigación Criminal de la calle de Martínez de la Rosa,1 o la Brigada sita en al calle de Víctor Hugo. En la prensa de Madrid eran frecuentes los elogios a la Brigada de Atadell e incluso la publicación de fotografías de visitas de personalidades políticas y parlamentarias del Frente Popular, que incluso le hacían visitas oficiales (por ejemplo el ministro socialista Anastasio de Gracia). Su segundo jefe era Ángel pedrero García y sus jefes de grupo eran Luis Ortuño y Antonio Albiach Chiralt. Esta checa liquidó algunos enemigos políticos de Ángel Galarza y Largo Caballero como Luis Calamita y Ruy-Wamba. Realizó numerosos saqueos en viviendas y oficinas y se beneficiaba de una rede de delatores entre porteros de fincas urbanas. En octubre de 1936 García Atadell con dos cómplices (eran Luis Ortuño y Pedro Penabad, el cual fue detenido y ejecutado con él) huía de España con el botín que había acumulado, pero fue arrestado en Santa Cruz de La Palma (Canarias). Marchaba a Hispanoamérica tras vender el botín en Marsella pero no supuso que el barco hacía escala en la española isla de La Palma y ahí podía ser detenido al ser territorio español siendo finalmente ejecutado en Sevilla. Fue vituperado al final por los propios partidarios de la zona republicana por su extremada crueldad, aunque nunca habían actuado contra él ni frenaron la actuación de las otras checas.
* Checa comunista de la Guindalera.- Sita en un chalet llamado "El Castillo" de la calle Alonso Heredia, 9. En ella era habitual aplicar hierros al rojo vivo y arrancar las uñas de los dedos de las manos y de los pies. También intervinieron en ella delincuentes comunes liberados por el Frente Popular como Jacinto Vallejo y Román de la Hoz Vesgas (alias El vasco). También se dedicaron al saqueo de viviendas y palacios (como el palacio de Larios).
* Brigada de Servicios Especiales o checa del Marqués de Cubas.- Sita en un piso de incautado de la calle del Marqués de Cubas, 19. La dirigía Elviro Ferret Obrador (mallorquín del Partido Sindicalista). Había numerosas torturas e incautaciones, contando incluso con una delegación en la calle de la Montera, 22, en la que funcionaba la Sociedad de listeros y encargados de obras de UGT, dirigida por Felipe Ortiz Torres, cuyos milicianos iban diariamente a la checa matriz a recibir instrucciones. Entre otros muchos asesinó a Andrés y Conceso Coso Langa, Emilio Llopis Roig, Manuel Lagunillo Bonilla, Juan Vázquez Armero, Carlos Pajares Bectas y José Sureda Hernández, e incluso a Manuel Espasandín Bouza, militante del Frente Popular que acudió a interesarse por otro detenido y que por ello también fue asesinado. También participó en el asesinato masivo de presos en la Cárcel Modelo del 22/8/36.
* Checa de la Agrupación Socialista de Madrid.- Situda en la calle Fuencarral, 103 de Madrid (palacio propiedad del conde de Eleta incautado por el PSOE, surge a partir de las incautaciones socialistas coordinadas por del diputado del PSOE Enrique de Francisco, quien encarga a Julio de Mora Martínez (antiguo albañil) la gestión de un millar de pisos incautados en la capital de España por los socialistas. La dirigía el policía jefe de la escolta del embajador de la URSS en España Anselmo Burgos Gil junto con David Vázquez Baldominos. Causó numerosos asesinatos de monjas y ciudadanos católicos. Julio de Mora dio órdenes en agosto de 1936 de que se abrieran fosas en el pueblo de Boadilla del Monte para enterramientos masivos de asesinados (lo que da idea del conocimiento del alcance del crimen en la Agrupación Socialista Madrileña y resto del Partido Socialista Obrero Español).
* Linces de la República.- Dependía del director general de Seguridad Manuel Muñoz. En septiembre de 1936 se integró, con las mismas acciones de secuestro, tortura y asesinato, en el cuartel general del teniente coronel Mangada en la Casa de Campo y luego en Palacio.
Muchos dirigentes fueron recompensados con cargos políticos en la zona republicana (v.g. Julio de Mora, que dirigía una checa en el palacio del conde de Eleta (Agrupación socialista) fue nombrado jefe del departamento especial de información; Ángel Pedrero, que era el ayudante y sucesor de García Atadell fue nombrado jefe del SIM, Servicio de Información Militar, en Madrid en 1937. El SIM era el servicio secreto de información de la República. Muchas comisarías, pero especialmente la de Buenavista (con su jefe Luis Omaña a la cabeza, su segundo Santiago García Imperial, el cual abusaba sexualmente de las mujeres de los presos, y un consejo político del Frente Popular que en ella actuaba con miembros de la checa de Fomento como Bruno Carreras Villanueva y Benigno Mancebo Matín), cooperaron con las checas gracias a la "depuración" (ejecución en checas) de policías por lo que los que quedaban entregaban los detenidos a las checas y desde luego hacían la "vista gorda" con los crímenes de las checas, y que realizó numerosos saqueos en viviendas particulares. Esta comisaría de Buenavista actuaba como una checa más. Incluso provocó un incidente con el brigadista internacional italiano Ángel Lorito que vió como asesinaban, torturaban y robaban a Teresa Polo Jiménez (apolítica, aunque ello no debiera ser importante) y que le obligó a renunciar a la lucha con las Brigadas Internacionales porque manifestó que "defendía una causa pero no podía hacerse cómplice de un asesinato". Aunque la comisaría siguió practicando su método de terrorismo.
CHECAS DE VALENCIA.- Del diario progresista valenciano "Levante-EMV" extraemos los siguientes datos de un artículo firmado por Francisco Agramunt:
"Loreto Apellániz. Algunos mandos republicanos valencianos particularmente activos fueron promovidos en los últimos años de la guerra a puestos de responsabilidad en las filas del Servicio de Inteligencia Militar, como fue el caso de Loreto Apellániz García, el más eficiente jefe del SIM en Valencia y a quien la causa general lo consideraba como «el más cruel de los agentes republicanos». ¿Quién era Apellániz? La opinión de los nacionales contrastaba con la que mantenían algunos dirigentes republicanos más radicales sobre este hombre de acción, con cara de pocos amigos, pero de gran intuición e inteligencia aguda, que realizó una carrera meteórica en el ejército y en los servicios de contraespionaje. Era un tipo duro, bastante alto y de complexión robusta, de unos cuarenta años. Con gran paciencia había conseguido crear una tupida red de agentes y delatores -algunos de ellos considerados de derechas- de gran eficacia que actuaban dentro de las checas, y entre los que se encontraban José Martínez Mineto, Enrique Vicioso, López Egea y el maestro Pérez Picot. Antes de la guerra ejercía como funcionario en Correos y el tiempo libre lo dedicaba a la importación y distribución en España de películas extranjeras, como la checa Éxtasis, de Maachati.
Al terminar la guerra su nombre figuraba el primero en las listas franquistas de las personas buscadas. Se le consideraba como el más cruel de los cabecillas del SIM, al que se atribuía la responsabilidad de todas las checas de este organismo durante el último período de la lucha civil. Fue detenido por militares republicanos tras el golpe del coronel Casado en marzo de 1939 y encerrado en la cárcel Modelo de Valencia, cuyo director, Tomás Ronda, se negó a liberarlo y lo entregó a los nacionales en un intento de reconciliarse con ellos y conseguir su perdón. Al ser ocupada la ciudad por las tropas franquistas fue capturado en la propia prisión, juzgado sumariamente y condenado a muerte. Fue ajusticiado a principios de abril de 1939 junto al resto de sus colaboradores, entre los que se encontraban los ya citados Martínez Mineto, Pérez Picot, Vicioso y López Egea, que fueron pasados por las armas en el campo de tiro de Paterna. Su muerte la recogió una noticia publicada por el diario Avance en los primeros días de abril de 1939.
Cabeza de plata. Otro de los chequistas más activos en la capital y en la provincia de Valencia, como aseguraba Salvador Ferrandis Luna en su libro Valencia roja (1938), era un curioso personaje apodado Cabeza de Plata, que se encontraba inválido a causa de las graves heridas que recibió en el cráneo y en los miembros cuando combatía como soldado en la guerra de Marruecos en los años veinte. El citado individuo, cuya identidad se desconoce, durante los primeros meses de la guerra lideraba una banda de incontrolados que cometieron numerosos asesinatos de sacerdotes rurales, propietarios y elementos considerados de orden.
Mientras, varios agentes republicanos que habían actuado y alcanzado notoriedad en Madrid se trasladaron a Valencia, donde prosiguieron su trabajo en algunas de las checas del Departamento Especial de Información del Estado (Dedide) o en las del Servicio de Inteligencia Militar (SIM). Éste fue el caso del impresor y ex dirigente juvenil comunista Agapito García Atadell, quien había alcanzado fama en la capital por haber instalado una checa antifascista en el número 1 de la calle de Martínez de la Rosa. García Atadell había organizado las juventudes comunistas a finales de la década de los años veinte.
Checa de Santa Úrsula. Una de las checas de más triste memoria para muchos valencianos se instaló en el interior del convento de Santa Úrsula, justo a la espalda de las torres de Quart, en la plaza del mismo nombre. Estuvo dirigida durante un tiempo por el comisario Juan Cobo; el comandante republicano Justiniano García, jefe de la escolta del ministro Galarza; el capitán de milicias Alberto Vázquez y sus dos hermanos, y otros que habían ejercido mando en la checa madrileña de la calle del Marqués de Riscal, de donde procedían. Como técnico con amplia autoridad figuraba, entre otros extranjeros, un individuo de nacionalidad rusa que usaba el nombre de Peter Sonin, así como su mujer, Berta, cuya actuación alcanzó notoriedad en Valencia. Tal vez el personaje más emblemático que pasara por esta checa fue el abogado Jesús-María Domingo Abargues, destacado miembro de la Comunión Tradicionalista en Gandia, que fue sometido durante tres meses a toda clase de torturas y vejaciones. Al abandonar la checa aparentaba ser un anciano y el pelo lo tenía todo blanco, a pesar de que sólo contaba 31 años de edad, según testimonio de su hija, María Luisa Domingo [fue creada a instancias de Ángel Galarza].
Por dicho convento pasaron muchas personas para ser interrogadas, como fue el caso del periodista, abogado, escritor y político Luis Lucia Lucia, fundador de la Derecha Regional Valenciana (DRV), partido demócrata cristiano inspirado en la doctrina de la Iglesia y con un planteamiento regionalista. Tras el golpe militar del 18 de julio, se adhirió a la causa republicana, lo que no impidió que fuese detenido y enviado a esta checa, donde fue interrogado, aunque en ningún momento sufrió maltrato físico debido a su condición de antiguo ministro de la República. Durante su estancia recibió la visita de su mujer, que le entregaba ropa limpia y alimentos. Igualmente paso por esta checa el periodista José Ombuena Antiñolo, que fue incomunicado en una reducida, oscura y sombría celda cuyo suelo estaba ocupado por afiladas puntas de ladrillos y cubierto por una fina capa de agua. Acurrucado, sin posibilidad de moverse o cambiar de posturas y con una escasa alimentación, estuvo allí varios días hasta que fue puesto en libertad. Su experiencia fue tan traumática y dolorosa que nunca quiso hablar de ella, ni siquiera a sus familiares y amigos más allegados. Por pertenecer a la quinta columna fue detenido y enviado a esta checa el maestro Justo de Ávila Sampascual, que era miembro de la Falange Española de la JONS desde el 22 de diciembre de 1933.
Checa de Sorní. La checa de la calle de Sorní número 7 se creó poco después del pronunciamiento militar y más tarde formó parte de la red de centros del SIM del Ejército de la República. Consiguió fama allí el ya citado Loreto Apellániz. Por allí pasó el aristócrata y terrateniente Federico Espinosa de los Monteros, que fue maltratado durante tres meses. Bajo la responsabilidad de Apellániz fue atado al respaldo de una silla, donde le fueron retorcidos los órganos genitales, tortura que le provocó una grave orquitis. Igualmente fue interrogado y torturado el doctor José Luis Maíquez Noguera, destacado dirigente de la derecha local. También recibió palizas el estudiante Jesús Sancho-Tello Mercada [futuro gran y conocido abogadol, que más tarde se convertiría en un famoso abogado penalista. Fue detenido y encerrado en una checa, donde fue torturado por ser miembro de las Juventudes Católicas. Otra de las personalidades que fue interrogada en esta checa fue el ginecólogo Carlos Guastavino, miembro de una prestigiosa familia de intelectuales y arquitectos valencianos originaria de Italia.
Muy cerca de esta checa se encontraba la de la calle del Grabador Esteve, junto al viejo cauce del río, donde sufrió tortura la religiosa seglar Carmen Viel Ferrando, quien en enero de 2001 fue beatificada por el Papa Juan Pablo II en el Vaticano. La detuvieron los milicianos el 2 de noviembre de 1936 y fue enviada a esta checa, donde sufrió torturas a causa de su actividad pastoral, y fusilada en la carretera del Saler la noche del 4 al 5 de noviembre, cuando tenía 42 años.
De triste recuerdo también era la checa instalada en el Colegio del Sagrado Corazón de Jesús de la calle de Navellos, junto a la plaza de la Virgen, por la que pasaron numerosas personalidades de la vida cultural, económica y artística valenciana consideradas de derechas. Se encontraba situada en el convento de Santa Ana y estaba regentada por la Congregación de Hermanas Carmelitas de la Caridad, fundada por Santa Joaquina de Vedruña. En los primeros meses de la guerra funcionó una checa y más tarde se reconvirtió en un centro del Servicio de Inteligencia Militar, permaneciendo inactiva un breve tiempo a causa de la explosión de un depósito de trilita ubicado allí en un bombardeo. Uno de los personajes más conocidos que pasó allí por error fue el pintor y cartelista republicano José Peris Aragó, que había sido detenido por la policía militar por estar indocumentado mientras guardaba turno para comprar un bocadillo en el restaurante Barrachina de la plaza de Emilio Castelar.
La checa de la calle de Carniceros, situada en el colegio de los Escolapios, fue denominada preventorio número 1, dependiente del SIM. Pasó por esta checa el estudiante de Medicina y miembro de la Falange valenciana Francisco Aparici Mocholí, que el 18 de julio se adhirió al pronunciamiento militar. Asimismo fue enviado a esta checa el sacerdote escolapio José Antonio Puche, quien, tras ser detenido por los agentes del SIM, fue enviado al barco-prisión Rita Sister, atracado en el puerto de Valencia. De allí pasó, el 1 de junio de 1938, al preventorio número 1, donde permaneció hasta el 21 de enero de 1939 en que fue trasladado a la cárcel de Alicante. Durante el tiempo que permaneció en la checa celebró numerosas misas e incluso impartió ejercicios espirituales a los detenidos. Igualmente se encontraba el religioso franciscano Buenaventura Yagüe; el comerciante italiano Querubino Valsangiacomo; el empresario Fernando García Berlanga, hermano del que más tarde sería cineasta Luis García Berlanga; el periodista monárquico Andrés Revez, redactor del periódico ABC de Madrid, y el empresario de transporte Antonio López Grau.
Checa en Gandía. Tal vez una de las checas más activas fue la que se estableció en el colegio de los Escolapios de Gandia, situada en el edificio de la antigua universidad de esta ciudad, creada por los jesuitas en el siglo XVI. Allí fue instalada en las primeras semanas de la guerra civil una checa donde eran internados «los que por su ideal político, posición económica o ideas religiosas, eran considerados enemigos de la causa roja». Al frente de ella se encontraba Roberto Espinosa Verdú, que como delegado del gobernador civil de la provincia de Valencia, desde el comienzo de la contienda actuaba como jefe. Conjuntamente con éste ejercían también la máxima autoridad los hermanos Ramón y Andrés Perelló Peiró, José María Castellá Lloret, Enrique Ballesteros Valero, Antonio Azcón Cornell, José Pedraza Lillo, Rafael Pérez Martí, Benjamín Bravo Morales, Benjamín Benedito y José Fayos. Entre los que fueron bárbaramente maltratados estaban el padre rector de los jesuitas, Tomás Sitchas; el padre Constantino Carbonell; los hermanos jesuitas Grimaltos y Gelabert; el doctor José Melís y el obrero Pascual Moreno y otros muchos que luego fueron asesinados."
En Barcelona surgió la Oficina Jurídica (sic) dirigida por José Batlle y Antonio Devesa (antiguos condenados por atraco a fuertes condenas de prisión, cuya actuación criminal sorprendía incluso en un ambiente tan dantesco como el de la época).
Todo ello fue hasta tal punto que el gobierno suprimió en Madrid a los serenos para que las llaves las tuviesen sólo los vecinos, pero los milicianos entraban con armas. Para lograr detenciones las checas también usaron de los registros públicos del Ministerio de la Gobernación. Normalmente detenían por la noche y en grupos de cuatro o algunos más. Junto con la detención se hacía un registro y confiscación y robo de bienes de interés. Tras la detención se solían aplicar torturas con el fin de sacar información política o el paradero de otras personas, y otras veces la tortura era un fin en sí mismo. Se interrogaba al detenido en un ambiente hostil y represivo sin que normalmente estuviera presente el denunciante ni pudiera defenderse y luego era torturado o paseado. A menudo los milicianos entraban en una casa buscando a una persona, y si no estaba se llevaban como sustituto a un hijo, padre, abuelo, madre o cualquier otro familiar. Era tal el número de asesinados y paseados en las cunetas de las carreteras o alrededores de cementerios que la Dirección General de Seguridad disponía diariamente de un fichero con las fotografías de los rostros patéticos de los asesinados con un número para ser identificados.
En Barcelona las más conocidas fueron las de la calle de Zaragoza (antiguo convento de religiosas sanjuanistas), la de la Tamarita, la del Seminario y principalmente la de Vallmayor, conocida como Preventorio D., que estaban a cargo del jefe del SIM, Santiago Garcés, de Francisco Ordóñez, del gobernador del Banco de España, Pedro Garrigós y de los miembros del SIM.
* Checa de Fomento o de Bellas Artes.- La más importante y terrorífica, ya que ser llevado a ella era la muerte prácticamente segura. Estaba en los sótanos del Círculo de Bellas Artes, de la calle de Alcalá, nº 40, hasta el 25 de octubre de 1936 y en un palacio de la calle de Fomento, 9, después. Actuaba como Comité Provincial de Investigación Pública, creado por iniciativa de Manuel Muñoz Martínez, Director General de Seguridad el 4 de agosto de 1936 y diputado de Izquierda Republicana (y masón del grado 33), por lo que era una checa que se creó a partir de las instituciones del estado y se mantenía a partir del gobierno frentepopularista. Ese Comité estaba formado por tres miembros de cada partido del Frente Popular, que daban un comité directivo de treinta personas del Frente Popular que formaban seis tribunales que tomaban decisiones de vida o muerte inapelables, sin procesos ni garantías. Actuaban dos tribunales simultáneamente en turnos de 8 horas (06 a 14, de 14 a 22 y 22 a 06). Contra su decisión no había recursos y eso que a veces dictaban numerosas sentencias en media hora. Si el detenido era considerado culpable se escribía en su sentencia la palabra "libertad" seguida de un punto y se le invitaba a irse a casa, pero a la salida le esperaba un grupo de milicianos que en un automóvil lo llevaban al "paseo" y lo asesinaban. Junto a ello se realizaban numerosas torturas y robos de propiedades. Esta checa participó en los asesinatos selectivos de la Cárcel Modelo de Madrid del día 22 de agosto de 1936 e incluso el citado DGS Manuel Muñoz se negó a intervenir pese a que fue requerido para parar la matanza. El tesorero de dicha checa Virgilio Escámez Mancebo (IR, de Azaña) acudía casi a diario al director general de Seguridad para entregarle parte de lo saqueos ya que los tribunales obtenían su retribución de los resultados de los saqueos e incautaciones, hasta el punto de que algunas detenciones se hacían por intereses puramente económicos (por ejemplo Rafael Chico y su hijo Luis Chico Montes el 26/9/36).
*Checa de la Escuadrilla del Amanecer.- La checa tenía su sede en la misma Dirección General de Seguridad y era tan pública que el ABC los calificó como "héroes de la retaguardia" y afirmaba que entre sus servicios destacaban "500 detenciones en un par de semanas" (ABC 9/8/36). Sus principales miembros eran el guardia de asalto Valero Serrano Tagüeña, Eloy de la Figuera, León Barrenechea, Francisco Roig y Carmelo Olmeda (alias Tarzán). Uno de sus principales grupos lo mandaba el funcionario de Hacienda Luis Pastrana Ríos (procesado por malversación de fondos) y responsable entre otros muchos del asesinato de Blas Riaza Bravo (de 27 años y de las Rozas). Normalmente cometía los asesinatos en la zona de la Ciudad Universitaria de Madrid. Incluso actuaron como asesores en la depuración en Albacete (para lo que incluso mataron a Consuelo Flores como muestra de cómo se actuaba sin trámites judiciales). En otras ocasiones cedía las víctimas para que las ejecutase otras checas (por ejemplo con Anselmo Parrondo González y su hijo de 16 años Anselmo Parrondo Rodríguez, que fueron entregados ala checa comunista de la calle Méjico,6).
* Checa de Marqués de Riscal.- Sita en el palacio de los condes de Casa Valencia (antigua sede de Renovación Española), en el número 1 de esa calle. Actuaba oficialmente como Primera Compañía de Enlace del Ministerio de Gobernación (dependiente de Ángel Galarza, al cual daban escolta en Madrid y luego en Valencia) y era dirigida por Alberto Vázquez Sánchez. Tenía dos delegaciones en la calle Fernández de la Hoz,7 y calle Caracas,17. Dependía de la Inspección General de Milicias Populares dirigida por el comandante Barceló, bajo el directo control de su subordinador Justiniano García. Los miembros venían de la s milicias del Círculo Socialistas del Sur de Madrid (aunque algunos miembros de la checa eran de Izquierda Republicana de Azaña). Solía hacer las ejecuciones en los altos del Hipódromo y en la pradera de San Isidro, previa tortura. Actuó entre julio de 1936 y mayo de 1937, al menos. Las joyas que robaba las fundía un miliciano del Círculo Socialista del Sur que se repartía entre la checa y el Director de Seguridad Manuel Muñoz. Cuando Ángel Galarza huyó a Valencia con el gobierno ésta checa organizó por instrucciones expresas de Galarza la checa de Santa Úrsula (junto a las torres de Quart de Valencia).
* Checa de Narváez.- Sita en los números 18 y 20 de la calle de Narváez, donde estaba el colegio del Sagrado Corazón. Era el Ateneo Libertario de Retiro de la CNT, y dirigida por Mariano García Cascales. En octubre se trasladó a un local más amplio, el restaurante Cóndor de la calle Jorge Juan, 68.
* Checa de San Bernardo.- Actuaba en la Iglesia situada en los números 72 y 74 de la calle de San Bernardo. Desde el 22 de julio actuaba como Radio 8 del PCE y dirigida por Agapito Escanilla de Simón. Tenía delegaciones en el número 7 de esa calle y en el número 27 de la calle Princesa, y la llamada Fundición Pasionaria, sita en la ronda de Atocha (en esta además se fundían los materiales robados en los registros domiciliarios) y que fue muy frecuentada por La Pasionaria (ver Madrid en Guerra, de Javier Cervera, pág.62, in fine).
* Checa de Ferraz.- Sita en la calle Ferraz, 16. Vinculada el Ateneo de Vallehermoso, actuaba como un Comité de Abastos de la CNT. Posteriormente se trasladó a la calle de Serrano,14 por la proximidad del frente de batalla a la calle Ferraz. La dirigía Carmelo Iglesias Muñoz, pero era controlada por el jefe de la de Fomento, Manuel Ramos.
* Checa del cuartel de Espartaco o Spartacus. Comandancia de la Guardia Nacional Republicana y sede de una comisión depuradora de la Guardia Civil y la propia nueva Guardia Republicana. Situada en la calle de Santa Engracia, 18 y dirigida por el teniente García Gumilla. El 19 de noviembre de 1936 asesinaron juntos a 53 guardias civiles en las tapias del cementerio del Este, hoy de La Almudena.
* Checa del Ateneo Libertario de Ventas de CNT. Estaba en el arroyo del Abroñigal, junto al puente de Ventas, y a su frente estaba el temido y conocido Antonio Hurtado Fajardo, conocido como El Chato de Ventas.
* Checa de la estación de Atocha.- Funcionaba en el Salón Regio de la estación de Atocha, pero en octubre se trasladó a la calle del Príncipe de Vergara, 9. La dirigían las Milicias Ferroviarias de la CNT, estando al frente Eulogio Villalba Corrales.
* Checa del cinema Europa.- Era el Ateneo Libertario de Tetuán, que ocupaba el cine Europa de la calle de Bravo Murillo,150. Actuaba en esta checa Felipe Emilio Sandoval Cabrerizo, conocido como Doctor Muñiz, que también fue miembro de la Checa de Fomento.
* Checa de Lista.- Dirigida por el PCE (Cándido Bartolomé). Instalada en el edificio del convento de clausura de las religiosas de la Concepción Jerónima, en las esquina con la calle de Velázquez.
* Brigada de de Investigación Criminal, del socialista Agapito García Atadell, también denominada Milicias Populares de Investigación que con el beneplácito de las autoridades republicanas instaló su checa en un palacio del Paseo de la Castellana, que al igual que otras checas, empleó los archivos del ministerio de la Gobernación (actualmente Interior) para perseguir a gente de derechas y católicos e incluso funcionaba con policías nombrados entre milicianos dispuestos a realizar los crímenes. Actuaba de forma móvil y también en el Palacio de los Condes de Rincón, la carrera de San Francisco, 4, y con la Brigada de Investigación Criminal de la calle de Martínez de la Rosa,1 o la Brigada sita en al calle de Víctor Hugo. En la prensa de Madrid eran frecuentes los elogios a la Brigada de Atadell e incluso la publicación de fotografías de visitas de personalidades políticas y parlamentarias del Frente Popular, que incluso le hacían visitas oficiales (por ejemplo el ministro socialista Anastasio de Gracia). Su segundo jefe era Ángel pedrero García y sus jefes de grupo eran Luis Ortuño y Antonio Albiach Chiralt. Esta checa liquidó algunos enemigos políticos de Ángel Galarza y Largo Caballero como Luis Calamita y Ruy-Wamba. Realizó numerosos saqueos en viviendas y oficinas y se beneficiaba de una rede de delatores entre porteros de fincas urbanas. En octubre de 1936 García Atadell con dos cómplices (eran Luis Ortuño y Pedro Penabad, el cual fue detenido y ejecutado con él) huía de España con el botín que había acumulado, pero fue arrestado en Santa Cruz de La Palma (Canarias). Marchaba a Hispanoamérica tras vender el botín en Marsella pero no supuso que el barco hacía escala en la española isla de La Palma y ahí podía ser detenido al ser territorio español siendo finalmente ejecutado en Sevilla. Fue vituperado al final por los propios partidarios de la zona republicana por su extremada crueldad, aunque nunca habían actuado contra él ni frenaron la actuación de las otras checas.
* Checa comunista de la Guindalera.- Sita en un chalet llamado "El Castillo" de la calle Alonso Heredia, 9. En ella era habitual aplicar hierros al rojo vivo y arrancar las uñas de los dedos de las manos y de los pies. También intervinieron en ella delincuentes comunes liberados por el Frente Popular como Jacinto Vallejo y Román de la Hoz Vesgas (alias El vasco). También se dedicaron al saqueo de viviendas y palacios (como el palacio de Larios).
* Brigada de Servicios Especiales o checa del Marqués de Cubas.- Sita en un piso de incautado de la calle del Marqués de Cubas, 19. La dirigía Elviro Ferret Obrador (mallorquín del Partido Sindicalista). Había numerosas torturas e incautaciones, contando incluso con una delegación en la calle de la Montera, 22, en la que funcionaba la Sociedad de listeros y encargados de obras de UGT, dirigida por Felipe Ortiz Torres, cuyos milicianos iban diariamente a la checa matriz a recibir instrucciones. Entre otros muchos asesinó a Andrés y Conceso Coso Langa, Emilio Llopis Roig, Manuel Lagunillo Bonilla, Juan Vázquez Armero, Carlos Pajares Bectas y José Sureda Hernández, e incluso a Manuel Espasandín Bouza, militante del Frente Popular que acudió a interesarse por otro detenido y que por ello también fue asesinado. También participó en el asesinato masivo de presos en la Cárcel Modelo del 22/8/36.
* Checa de la Agrupación Socialista de Madrid.- Situda en la calle Fuencarral, 103 de Madrid (palacio propiedad del conde de Eleta incautado por el PSOE, surge a partir de las incautaciones socialistas coordinadas por del diputado del PSOE Enrique de Francisco, quien encarga a Julio de Mora Martínez (antiguo albañil) la gestión de un millar de pisos incautados en la capital de España por los socialistas. La dirigía el policía jefe de la escolta del embajador de la URSS en España Anselmo Burgos Gil junto con David Vázquez Baldominos. Causó numerosos asesinatos de monjas y ciudadanos católicos. Julio de Mora dio órdenes en agosto de 1936 de que se abrieran fosas en el pueblo de Boadilla del Monte para enterramientos masivos de asesinados (lo que da idea del conocimiento del alcance del crimen en la Agrupación Socialista Madrileña y resto del Partido Socialista Obrero Español).
* Linces de la República.- Dependía del director general de Seguridad Manuel Muñoz. En septiembre de 1936 se integró, con las mismas acciones de secuestro, tortura y asesinato, en el cuartel general del teniente coronel Mangada en la Casa de Campo y luego en Palacio.
Muchos dirigentes fueron recompensados con cargos políticos en la zona republicana (v.g. Julio de Mora, que dirigía una checa en el palacio del conde de Eleta (Agrupación socialista) fue nombrado jefe del departamento especial de información; Ángel Pedrero, que era el ayudante y sucesor de García Atadell fue nombrado jefe del SIM, Servicio de Información Militar, en Madrid en 1937. El SIM era el servicio secreto de información de la República. Muchas comisarías, pero especialmente la de Buenavista (con su jefe Luis Omaña a la cabeza, su segundo Santiago García Imperial, el cual abusaba sexualmente de las mujeres de los presos, y un consejo político del Frente Popular que en ella actuaba con miembros de la checa de Fomento como Bruno Carreras Villanueva y Benigno Mancebo Matín), cooperaron con las checas gracias a la "depuración" (ejecución en checas) de policías por lo que los que quedaban entregaban los detenidos a las checas y desde luego hacían la "vista gorda" con los crímenes de las checas, y que realizó numerosos saqueos en viviendas particulares. Esta comisaría de Buenavista actuaba como una checa más. Incluso provocó un incidente con el brigadista internacional italiano Ángel Lorito que vió como asesinaban, torturaban y robaban a Teresa Polo Jiménez (apolítica, aunque ello no debiera ser importante) y que le obligó a renunciar a la lucha con las Brigadas Internacionales porque manifestó que "defendía una causa pero no podía hacerse cómplice de un asesinato". Aunque la comisaría siguió practicando su método de terrorismo.
CHECAS DE VALENCIA.- Del diario progresista valenciano "Levante-EMV" extraemos los siguientes datos de un artículo firmado por Francisco Agramunt:
"Loreto Apellániz. Algunos mandos republicanos valencianos particularmente activos fueron promovidos en los últimos años de la guerra a puestos de responsabilidad en las filas del Servicio de Inteligencia Militar, como fue el caso de Loreto Apellániz García, el más eficiente jefe del SIM en Valencia y a quien la causa general lo consideraba como «el más cruel de los agentes republicanos». ¿Quién era Apellániz? La opinión de los nacionales contrastaba con la que mantenían algunos dirigentes republicanos más radicales sobre este hombre de acción, con cara de pocos amigos, pero de gran intuición e inteligencia aguda, que realizó una carrera meteórica en el ejército y en los servicios de contraespionaje. Era un tipo duro, bastante alto y de complexión robusta, de unos cuarenta años. Con gran paciencia había conseguido crear una tupida red de agentes y delatores -algunos de ellos considerados de derechas- de gran eficacia que actuaban dentro de las checas, y entre los que se encontraban José Martínez Mineto, Enrique Vicioso, López Egea y el maestro Pérez Picot. Antes de la guerra ejercía como funcionario en Correos y el tiempo libre lo dedicaba a la importación y distribución en España de películas extranjeras, como la checa Éxtasis, de Maachati.
Al terminar la guerra su nombre figuraba el primero en las listas franquistas de las personas buscadas. Se le consideraba como el más cruel de los cabecillas del SIM, al que se atribuía la responsabilidad de todas las checas de este organismo durante el último período de la lucha civil. Fue detenido por militares republicanos tras el golpe del coronel Casado en marzo de 1939 y encerrado en la cárcel Modelo de Valencia, cuyo director, Tomás Ronda, se negó a liberarlo y lo entregó a los nacionales en un intento de reconciliarse con ellos y conseguir su perdón. Al ser ocupada la ciudad por las tropas franquistas fue capturado en la propia prisión, juzgado sumariamente y condenado a muerte. Fue ajusticiado a principios de abril de 1939 junto al resto de sus colaboradores, entre los que se encontraban los ya citados Martínez Mineto, Pérez Picot, Vicioso y López Egea, que fueron pasados por las armas en el campo de tiro de Paterna. Su muerte la recogió una noticia publicada por el diario Avance en los primeros días de abril de 1939.
Cabeza de plata. Otro de los chequistas más activos en la capital y en la provincia de Valencia, como aseguraba Salvador Ferrandis Luna en su libro Valencia roja (1938), era un curioso personaje apodado Cabeza de Plata, que se encontraba inválido a causa de las graves heridas que recibió en el cráneo y en los miembros cuando combatía como soldado en la guerra de Marruecos en los años veinte. El citado individuo, cuya identidad se desconoce, durante los primeros meses de la guerra lideraba una banda de incontrolados que cometieron numerosos asesinatos de sacerdotes rurales, propietarios y elementos considerados de orden.
Mientras, varios agentes republicanos que habían actuado y alcanzado notoriedad en Madrid se trasladaron a Valencia, donde prosiguieron su trabajo en algunas de las checas del Departamento Especial de Información del Estado (Dedide) o en las del Servicio de Inteligencia Militar (SIM). Éste fue el caso del impresor y ex dirigente juvenil comunista Agapito García Atadell, quien había alcanzado fama en la capital por haber instalado una checa antifascista en el número 1 de la calle de Martínez de la Rosa. García Atadell había organizado las juventudes comunistas a finales de la década de los años veinte.
Checa de Santa Úrsula. Una de las checas de más triste memoria para muchos valencianos se instaló en el interior del convento de Santa Úrsula, justo a la espalda de las torres de Quart, en la plaza del mismo nombre. Estuvo dirigida durante un tiempo por el comisario Juan Cobo; el comandante republicano Justiniano García, jefe de la escolta del ministro Galarza; el capitán de milicias Alberto Vázquez y sus dos hermanos, y otros que habían ejercido mando en la checa madrileña de la calle del Marqués de Riscal, de donde procedían. Como técnico con amplia autoridad figuraba, entre otros extranjeros, un individuo de nacionalidad rusa que usaba el nombre de Peter Sonin, así como su mujer, Berta, cuya actuación alcanzó notoriedad en Valencia. Tal vez el personaje más emblemático que pasara por esta checa fue el abogado Jesús-María Domingo Abargues, destacado miembro de la Comunión Tradicionalista en Gandia, que fue sometido durante tres meses a toda clase de torturas y vejaciones. Al abandonar la checa aparentaba ser un anciano y el pelo lo tenía todo blanco, a pesar de que sólo contaba 31 años de edad, según testimonio de su hija, María Luisa Domingo [fue creada a instancias de Ángel Galarza].
Por dicho convento pasaron muchas personas para ser interrogadas, como fue el caso del periodista, abogado, escritor y político Luis Lucia Lucia, fundador de la Derecha Regional Valenciana (DRV), partido demócrata cristiano inspirado en la doctrina de la Iglesia y con un planteamiento regionalista. Tras el golpe militar del 18 de julio, se adhirió a la causa republicana, lo que no impidió que fuese detenido y enviado a esta checa, donde fue interrogado, aunque en ningún momento sufrió maltrato físico debido a su condición de antiguo ministro de la República. Durante su estancia recibió la visita de su mujer, que le entregaba ropa limpia y alimentos. Igualmente paso por esta checa el periodista José Ombuena Antiñolo, que fue incomunicado en una reducida, oscura y sombría celda cuyo suelo estaba ocupado por afiladas puntas de ladrillos y cubierto por una fina capa de agua. Acurrucado, sin posibilidad de moverse o cambiar de posturas y con una escasa alimentación, estuvo allí varios días hasta que fue puesto en libertad. Su experiencia fue tan traumática y dolorosa que nunca quiso hablar de ella, ni siquiera a sus familiares y amigos más allegados. Por pertenecer a la quinta columna fue detenido y enviado a esta checa el maestro Justo de Ávila Sampascual, que era miembro de la Falange Española de la JONS desde el 22 de diciembre de 1933.
Checa de Sorní. La checa de la calle de Sorní número 7 se creó poco después del pronunciamiento militar y más tarde formó parte de la red de centros del SIM del Ejército de la República. Consiguió fama allí el ya citado Loreto Apellániz. Por allí pasó el aristócrata y terrateniente Federico Espinosa de los Monteros, que fue maltratado durante tres meses. Bajo la responsabilidad de Apellániz fue atado al respaldo de una silla, donde le fueron retorcidos los órganos genitales, tortura que le provocó una grave orquitis. Igualmente fue interrogado y torturado el doctor José Luis Maíquez Noguera, destacado dirigente de la derecha local. También recibió palizas el estudiante Jesús Sancho-Tello Mercada [futuro gran y conocido abogadol, que más tarde se convertiría en un famoso abogado penalista. Fue detenido y encerrado en una checa, donde fue torturado por ser miembro de las Juventudes Católicas. Otra de las personalidades que fue interrogada en esta checa fue el ginecólogo Carlos Guastavino, miembro de una prestigiosa familia de intelectuales y arquitectos valencianos originaria de Italia.
Muy cerca de esta checa se encontraba la de la calle del Grabador Esteve, junto al viejo cauce del río, donde sufrió tortura la religiosa seglar Carmen Viel Ferrando, quien en enero de 2001 fue beatificada por el Papa Juan Pablo II en el Vaticano. La detuvieron los milicianos el 2 de noviembre de 1936 y fue enviada a esta checa, donde sufrió torturas a causa de su actividad pastoral, y fusilada en la carretera del Saler la noche del 4 al 5 de noviembre, cuando tenía 42 años.
De triste recuerdo también era la checa instalada en el Colegio del Sagrado Corazón de Jesús de la calle de Navellos, junto a la plaza de la Virgen, por la que pasaron numerosas personalidades de la vida cultural, económica y artística valenciana consideradas de derechas. Se encontraba situada en el convento de Santa Ana y estaba regentada por la Congregación de Hermanas Carmelitas de la Caridad, fundada por Santa Joaquina de Vedruña. En los primeros meses de la guerra funcionó una checa y más tarde se reconvirtió en un centro del Servicio de Inteligencia Militar, permaneciendo inactiva un breve tiempo a causa de la explosión de un depósito de trilita ubicado allí en un bombardeo. Uno de los personajes más conocidos que pasó allí por error fue el pintor y cartelista republicano José Peris Aragó, que había sido detenido por la policía militar por estar indocumentado mientras guardaba turno para comprar un bocadillo en el restaurante Barrachina de la plaza de Emilio Castelar.
La checa de la calle de Carniceros, situada en el colegio de los Escolapios, fue denominada preventorio número 1, dependiente del SIM. Pasó por esta checa el estudiante de Medicina y miembro de la Falange valenciana Francisco Aparici Mocholí, que el 18 de julio se adhirió al pronunciamiento militar. Asimismo fue enviado a esta checa el sacerdote escolapio José Antonio Puche, quien, tras ser detenido por los agentes del SIM, fue enviado al barco-prisión Rita Sister, atracado en el puerto de Valencia. De allí pasó, el 1 de junio de 1938, al preventorio número 1, donde permaneció hasta el 21 de enero de 1939 en que fue trasladado a la cárcel de Alicante. Durante el tiempo que permaneció en la checa celebró numerosas misas e incluso impartió ejercicios espirituales a los detenidos. Igualmente se encontraba el religioso franciscano Buenaventura Yagüe; el comerciante italiano Querubino Valsangiacomo; el empresario Fernando García Berlanga, hermano del que más tarde sería cineasta Luis García Berlanga; el periodista monárquico Andrés Revez, redactor del periódico ABC de Madrid, y el empresario de transporte Antonio López Grau.
Checa en Gandía. Tal vez una de las checas más activas fue la que se estableció en el colegio de los Escolapios de Gandia, situada en el edificio de la antigua universidad de esta ciudad, creada por los jesuitas en el siglo XVI. Allí fue instalada en las primeras semanas de la guerra civil una checa donde eran internados «los que por su ideal político, posición económica o ideas religiosas, eran considerados enemigos de la causa roja». Al frente de ella se encontraba Roberto Espinosa Verdú, que como delegado del gobernador civil de la provincia de Valencia, desde el comienzo de la contienda actuaba como jefe. Conjuntamente con éste ejercían también la máxima autoridad los hermanos Ramón y Andrés Perelló Peiró, José María Castellá Lloret, Enrique Ballesteros Valero, Antonio Azcón Cornell, José Pedraza Lillo, Rafael Pérez Martí, Benjamín Bravo Morales, Benjamín Benedito y José Fayos. Entre los que fueron bárbaramente maltratados estaban el padre rector de los jesuitas, Tomás Sitchas; el padre Constantino Carbonell; los hermanos jesuitas Grimaltos y Gelabert; el doctor José Melís y el obrero Pascual Moreno y otros muchos que luego fueron asesinados."
En Barcelona surgió la Oficina Jurídica (sic) dirigida por José Batlle y Antonio Devesa (antiguos condenados por atraco a fuertes condenas de prisión, cuya actuación criminal sorprendía incluso en un ambiente tan dantesco como el de la época).
Todo ello fue hasta tal punto que el gobierno suprimió en Madrid a los serenos para que las llaves las tuviesen sólo los vecinos, pero los milicianos entraban con armas. Para lograr detenciones las checas también usaron de los registros públicos del Ministerio de la Gobernación. Normalmente detenían por la noche y en grupos de cuatro o algunos más. Junto con la detención se hacía un registro y confiscación y robo de bienes de interés. Tras la detención se solían aplicar torturas con el fin de sacar información política o el paradero de otras personas, y otras veces la tortura era un fin en sí mismo. Se interrogaba al detenido en un ambiente hostil y represivo sin que normalmente estuviera presente el denunciante ni pudiera defenderse y luego era torturado o paseado. A menudo los milicianos entraban en una casa buscando a una persona, y si no estaba se llevaban como sustituto a un hijo, padre, abuelo, madre o cualquier otro familiar. Era tal el número de asesinados y paseados en las cunetas de las carreteras o alrededores de cementerios que la Dirección General de Seguridad disponía diariamente de un fichero con las fotografías de los rostros patéticos de los asesinados con un número para ser identificados.
En Barcelona las más conocidas fueron las de la calle de Zaragoza (antiguo convento de religiosas sanjuanistas), la de la Tamarita, la del Seminario y principalmente la de Vallmayor, conocida como Preventorio D., que estaban a cargo del jefe del SIM, Santiago Garcés, de Francisco Ordóñez, del gobernador del Banco de España, Pedro Garrigós y de los miembros del SIM.
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