A TIME OF TRIBULATION by Wilfred Wong
Un niño de un año y medio fue robado a su madre cristiana en Bagdad, Irak, en 2006. Los secuestradores musulmanes solicitaron un rescate de 200,000 dólares, que la madre no podía pagar. Su marido había sido asesinado casi un año antes. Justo una semana después del secuestro, le entregaron a la madre una caja. En ella estaba la cabeza de su bebé, que había sido cortada, frita, y puesta encima de un montón de arroz y verduras hervidas. Este horroroso incidente da idea del nivel de las tribulaciones que los cristianos iraquíes están sufriendo en la actualidad.
Hace unos meses estuve en Irak, investigando la desgraciada situación de los cristianos iraquíes. Hoy, solamente quedan 600,000 cristianos en Irak, comparado con cerca de un millón doscientos mil hace seis años, y ello es el resultado de una violencia anticristiana intensa e incesante, que comenzó muy poco después de la intervención militar angloamericana del 2003. Cientos de miles de cristianos iraquíes han huido al extranjero, y muchos de ellos viven en la pobreza absoluta en países cercanos como Siria, Turquía y Jordania. Más del 95% de los cristianos iraquíes son asirio-caldeos, los descendientes de los asirios de los tiempos del Viejo Testamento.
Desde 2003 más de 700 cristianos iraquíes han sido asesinados. En septiembre y en octubre de 2008, al menos 13 cristianos fueron asesinados en la ciudad de Mosul, en el norte de Irak, en una serie de asesinatos dirigidos contra los cristianos que provocó que más de 2,000 familias cristianas huyesen. Antes de estos asesinatos, había ya más de 12,000 familias desplazadas en el norte de Irak. Miles de familias cristianas han sido expulsadas de sus hogares en el centro y en el sur de Irak, y ahora también de Mosul, mediante duros ataques anticristianos, de modo que hoy la mayoría de los cristianos viven en el norte del país.
Los cristianos de Irak están siendo atacados por múltiples facciones. Los militantes islamistas quieren convertir por la fuerza a los cristianos al Islam, echarlos de Irak o matarlos. Los rebeldes perciben erróneamente a los cristianos como aliados cercanos de las fuerzas, supuestamente cristianas, de la Coalición Occidental, y por ello los atacan; finalmente, los secuestradores a menudo prefieren raptar a personas cristianas porque creen erróneamente que son más ricos, debido a que generalmente tienen un mayor nivel cultural. Huir al norte de Irak no constituye garantía alguna de que los cristianos estén seguros allí, como han demostrado los ataques letales en Mosul.
Además, muchos de los kurdos del norte de Irak y su principal organización política, el Partido Democrático del Kurdistán (PDK) no respetan los derechos de los cristianos. Los kurdos se han apoderado parcial o totalmente de al menos 58 pueblos cristianos en el norte de Irak. En algunos casos el propio PDK se ha apropiado directamente de la tierra propiedad de los cristianos, así que no puede sorprender que se hayan negado a devolver las propiedades robadas a sus dueños cristianos. El PDK domina el Gobierno Regional Kurdo (GRK), que gobierna la región autónoma kurda del norte de Irak. Las fuerzas del GRK, y por ello también el PDK, están implicados en el asesinato de cristianos en Mosul.
De acuerdo con un informe del Washington Times fechado el 26 de octubre de 2008, el 17 de octubre las fuerzas de seguridad iraquíes arrestaron a seis hombres implicados en los asesinatos de cristianos en Mosul y descubrieron que cuatro de ellos estaban relacionados con las fuerzas de seguridad del Gobierno Regional kurdo.
No puedo describir adecuadamente el tremendo sufrimiento de los cristianos de Irak. Por ejemplo, en 2007 unos extremistas musulmanes atacaron la casa de una mujer cristiana de 70 años, en Bagdad, mataron a sus seis hijos y a su marido decapitándolos con una espada y se aseguraron de que ella lo viera todo, pero a ella no la tocaron. El día antes de la masacre, su familia había recibido una carta ordenándolos que se convirtiesen al Islam y amenazándoles con matarlos.
Me entrevisté con varios cristianos en Irak, incluyendo cristianos que habían sido desplazados de sus casas por la violencia anticristiana. Una viuda cristiana me contó que su marido había sido raptado y que no había vuelto a aparecer, así que ha sido declarado muerto. Esta mujer tiene tres niños de corta edad de los que tiene que cuidar sin asistencia alguna.
Otra mujer cristiana perdió a su marido al explotar una bomba en Bagdad. La mujer apenas tiene apoyo financiero y tiene que cuidar de tres niños pequeños, uno de los cuales tiene síndrome de Down.
Una viuda cristiana, originaria de Bagdad, perdió a su marido al explotar una bomba en una cuneta, y unos días después su hija fue secuestrada. Su hija no ha vuelto y se la da por muerta.
Después, me reuní con una mujer cristiana de unos veinte años, originaria de Bagdad. Me describió como los militantes musulmanes habían puesto un panfleto en el buzón de la casa de su familia, advirtiéndoles de que huyesen si no querían ser asesinados, y refiriéndose a los cristianos como “cerdos”. Poco después, los militantes islámicos atacaron su casa, matando a su padre, a su madre y a su hermana. Uno de sus hermanos desapareció, probablemente secuestrado por los islamistas. Se le presume muerto.
Esta mujer, y otros miembros de su familia, escaparon del ataque porque estaban en la escuela. Ella, y sus tres hermanos supervivientes, están luchando ahora, como tantos otros cristianos iraquíes desplazados, para conseguir el dinero suficiente para cubrir sus necesidades básicas.
Todos estos cristianos desplazados, y muchos más, han recibido ayuda de la Assyrian Aid Society (AAS), en forma de víveres y algunas veces de otro tipo, como ayuda monetaria. La AAS es una ONG cristiana iraquí creada por los cristianos iraquíes en 1991 tras la situación caótica de la primera Guerra del Golfo, para ayudar a esta comunidad.
Además de proporcionar ayuda de emergencia como comida y medicinas, la AAS quiere proporcionar a los cristianos de Irak condiciones apropiadas económicas, educativas, y vitales, que sean sostenibles a largo plazo. De este modo, la AAS ha puesto en marcha numerosos proyectos para apoyar a la comunidad cristiana de Irak, incluyendo la reconstrucción de pueblos y de infraestructuras, la construcción de sistemas de riego y de agua potable, alojamiento y albergues para personas desplazadas, así como la ayuda de emergencia para las personas desplazadas y la ayuda para que vuelvan a asentarse.
La AAS también ayuda a los asirio-caldeos con prestaciones educativas, y para que mantengan su cultura antiquísima y única, frente a la fuerte presión para “arabificarlos” o “kurdificarlos”. La AAS apoya a las escuelas que prestan docencia a los niños asirio-caldeos en siríaco, su lengua nativa, que es un dialecto del arameo, la lengua que habló Jesús.
Las necesidades de los cristianos iraquíes son masivas, y muy variadas. La AAS ha respondido a ellas de múltiples formas. Por ejemplo, el pueblo asirio-caldeo de Baz, en el norte de Irak, fue atacado por Saddam Hussein en 1988 y su iglesia fue destruida. La mitad del pueblo fue usurpada por los kurdos en 1991, y la iglesia destruida fue reemplazada por una mezquita. La AAS construyó una nueva iglesia en el pueblo y un puente sobre el río, para que los habitantes cristianos pudieran acudir a ella.
La comunidad cristiana de Irak está pasando por grandes tribulaciones. La AAS es prácticamente la única organización que está luchando contra el desastre humanitario que afecta a los cristianos de Irak, a pesar de contar con fondos muy escasos. Tenemos el deber de ayudar a los cristianos de Irak, que llevan largo tiempo sufriendo (Primera Carta a los corintios, 12:25-27, Gálatas, 6:9-10).
Vd. puede contribuir a cambiar las cosas realizando una donación a la AAS, que tiene una sección en el Reino Unido registrada como ONG. Para hacer una donación, envíe un cheque a la Assyrian Aid Society, 36 Crossway, London W13 0AX.
- Traducción Jose M. Garrido.
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