Penelope y las putas
Escucho una conversación tras de mi entre Garcia-Siñeriz y
Penelope Cruz. Hablan de una prostituta. No se cuando la han visto.
Hace unos días estuve en Montera y se quejaban las putas. No las dejan trabajar. A Penelope la pagan por ser durante unos días una puta de lujo, emulando a una pobre puta. A ella si la dejan trabajar y la premian. Ella no es responsable de esa obscenidad. Creo que ella no es muy inteligente. Ella tampoco es responsable de ello. Sería mas sincero si dijera que ella es subnormal pero lo ven mal. Dicen que es un insulto a los minusvalidos.
Garcia-Siñeriz me pone nervioso. Es Diana de Gales. Se apropia, mas que Penelope aún, de los temas. Los define. Ella, sin embargo, vive lejos. Lejos de todo. Define, como Said comenta de los orientalistas, y crea. Nada existe hasta que ella lo define. Su reclusión en el tópico sabe a traición. Inaugura las artes, prescribe lo politicamente correcto. Parece que nunca ha tenido sexo bestial. Creo que se me nota que estoy bebido. La odio por no haber vivido.
Esta pornografía sobre las putas (y sobre todo) nace de la necesidad de corregir el mundo. Antes las metaforas, las alegorias, jugaban con la realidad. Ahora nacen de un conjunto de imágenes de televisión. Las putas solo interesan como personajes derivados de Leaving Las Vegas o recreaciones de televisión. Nunca nacen del cine sino de las conclusiones que genera la televisión tras ver la película. La tele refuta y colige la vida.
Walter Benjamin escribía sobre la reproducción de copias en el mundo del arte. Hemos cambiado. En la tele todo es un retorno a lo que no implica arte. El arte segrega todo lo cotidiano y la televisión lo beatifica.
Mi espiritu no existe al no ser televisable. Solo existe mi sudor, mi masturbación, mi desprestigio, mi fin. Lo real.
Penelope Cruz. Hablan de una prostituta. No se cuando la han visto.
Hace unos días estuve en Montera y se quejaban las putas. No las dejan trabajar. A Penelope la pagan por ser durante unos días una puta de lujo, emulando a una pobre puta. A ella si la dejan trabajar y la premian. Ella no es responsable de esa obscenidad. Creo que ella no es muy inteligente. Ella tampoco es responsable de ello. Sería mas sincero si dijera que ella es subnormal pero lo ven mal. Dicen que es un insulto a los minusvalidos.
Garcia-Siñeriz me pone nervioso. Es Diana de Gales. Se apropia, mas que Penelope aún, de los temas. Los define. Ella, sin embargo, vive lejos. Lejos de todo. Define, como Said comenta de los orientalistas, y crea. Nada existe hasta que ella lo define. Su reclusión en el tópico sabe a traición. Inaugura las artes, prescribe lo politicamente correcto. Parece que nunca ha tenido sexo bestial. Creo que se me nota que estoy bebido. La odio por no haber vivido.
Esta pornografía sobre las putas (y sobre todo) nace de la necesidad de corregir el mundo. Antes las metaforas, las alegorias, jugaban con la realidad. Ahora nacen de un conjunto de imágenes de televisión. Las putas solo interesan como personajes derivados de Leaving Las Vegas o recreaciones de televisión. Nunca nacen del cine sino de las conclusiones que genera la televisión tras ver la película. La tele refuta y colige la vida.
Walter Benjamin escribía sobre la reproducción de copias en el mundo del arte. Hemos cambiado. En la tele todo es un retorno a lo que no implica arte. El arte segrega todo lo cotidiano y la televisión lo beatifica.
Mi espiritu no existe al no ser televisable. Solo existe mi sudor, mi masturbación, mi desprestigio, mi fin. Lo real.
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khandika -